Ni a Nemo ni a Dori: Buscando a mis hijos
El gran terror de todos los padres es no encontrar a sus hijos en una aglomeración.
Seguro que a más de uno le ha pasado. Pierdes de vista un segundo a uno de tus hijos en medio de una aglomeración en la calle, en un centro comercial. Estabas pendiente de otra cosa, hablando con alguien, o pendiente de otro de tus hijos, y de repente ya no está.
Los primeros segundos piensas que estará justo ahí al lado, pero conforme pasa el tiempo y no lo encuentras, empiezas a agobiarte de verdad. Te mueves con rapidez de un sitio a otro en plan Spiderman, sólo te falta trepar por las paredes, pero el niño no aparece. Entonces te agobias más.
Amplías el radio de búsqueda mientras te tranquilizas a ti mismo pensando que no le va a pasar nada malo, que nadie se lo va a llevar, que estará en el sitio que menos te esperas tan contento, pero el hecho es que no aparece.
Si estás en un centro comercial puedes avisar a seguridad para que avisen por megafonía. Incluso he visto cerrar las puertas de algún sitio hasta que el niño no ha aparecido. El problema es cuando eso mismo pasa por la calle. Puede que el niño esté cerca del sitio donde dejaste de verle, que se haya movido, que alguien lo haya encontrado y llame a la policía.
Puede que el niño esté todo contento como si nada hubiera pasado, pero puede que esté a todo llorar y la gente que trate de ayudar no pueda saber de él ni cómo se llama.
Para minimizar estas situaciones de riesgo, existen las famosas pulseritas o colgantes con el número de teléfono de los papás del niño, para que en el caso de que se extravíe, cualquier bien ciudadano pueda llamarte y avisarte. Hay gente que incluso tatúa en el brazo de sus hijos el número de teléfono con un rotulador indeleble.
Pero la tecnología da un paso más y nos ofrece los relojes con GPS, algo que hasta hace poco tenía precios prohibitivos, pero que este verano descubrí que hay modelos al alcance de todo el mundo.
Existen sistemas que se basan en estar conectados por bluetooth a tu móvil, y te avisan si se separan un determinado número de metros. Además, son capaces de establecer su posición usando el GPS de otros móviles, siempre que todo el mundo use la misma aplicación, algo que evidentemente no pasa, por lo que esos sistemas no sirven para nada.
Los verdaderamente útiles funcionan con una tarjeta SIM de cualquier operador, y permiten, como el caso de los que compré para Álvaro y Miguel por menos de 30€, saber en todo momento dónde están, trazar en un mapa todos sus movimientos, poder llamarles o incluso que ellos llamen.
El modelo en concreto se llama Excelval Q50, pero por lo que he visto, varios fabricantes ofrecen el mismo reloj bajo el mismo modelo Q50. Vamos, se trata de un dispositivo chino que varias empresas ofrecen bajo su propia marca.
En Amazon lo venden por 23,99€ y está disponible en color azul, verde y rosa. Necesitan una tarjeta SIM con voz y datos, para poder llamarles o que llamen, y para que el dispositivo mande su posición.
El reloj además marca la hora, pero su principal ventaja es que puede posicionar al niño de forma exacta sobre un plano en nuestro móvil. El reloj por defecto manda a su posición a la aplicación del móvil según el intervalo que definamos. Eso nos puede servir para poder ver después sobre un mapa el recorrido que ha hecho el niño.
Cuenta con dos botones rotulados con un 1 y un 2 que se pueden configurar con sendos números de teléfono a los que el niño puede llamar en caso de necesidad. El reloj cuenta con altavoz y micrófono, por lo que se puede mantener una conversación sin problema.
Además, en la aplicación que se instala en el móvil de sus papás, se puede configurar una lista con los números de teléfono desde los que se puede llamar directamente al reloj, para evitar que nadie no autorizado pueda llamarles.
Una opción muy interesante con la que cuenta el reloj es la de los números de emergencia, que son una lista de números a los que el reloj llamará de forma continua en caso de que el niño pulse el botón SOS. Así, si por el motivo que sea el niño tiene esa necesidad, pulsando el botón el reloj llamara en bucle a esa lista de números que pueden ser de los padres, abuelos, tíos… hasta que alguien responda la llamada.
Si en algún momento el niño se quita el reloj, o se lo quitan, éste manda un mensaje de aviso al móvil de los papás con la posición de GPS. También permite enviar mensajes de voz entre el reloj y el móvil.
Lógicamente la función de GPS sólo funciona correctamente en espacios abiertos, ya que en sitios cerrados la señal del satélite no llega a los dispositivos electrónicos. Para esos casos, el reloj también es capaz de posicionarse usando las torres de telefonía móvil, aunque en ese caso la posición es aproximada y puede ser de decenas de metros de error.
Alguno pensará que soy un paranoico, pero prefiero estar más tranquilo si alguno de mis hijos se extravía, y este reloj me da la seguridad de poder encontrarlos.
Pienso que eres un paranóico…pero yo también lo soy y cuando el mio crezca un poco igual le compro uno, si mi mujer está de acuerdo.